Hay tres ramilletes diferentes de ofrecimientos —el copioso, el sobrio y el libre— de entre los cuales puedes elegir un arreglo para realizar —dependiendo de las circunstancias de tu vida y tu avance en la vida interior—. Cada arreglo tiene una recomendación particular en la parte inferior para exhortarte y ayudarte a discernir mejor cuál seleccionar.
He aquí las tres opciones de ramilletes con sus particulares ejercicios espirituales:
EL ARREGLO COPIOSO
Misa diaria y confesión semanal.
Rezar diariamente del Oficio Divino: maitines (también llamado «oficio de lecturas»), laudes, vísperas y completas.
Hora diaria de adoración eucarística (con o sin Jesús expuesto, aunque preferentemente expuesto).
Rosario y coronilla de la Divina Misericordia diarias.
Hacer un régimen alimenticio diario de solo tres comidas y sin bocadillos.
Abstinencia (diaria, excepto en festividades: no dulces, no bebidas más que agua, y no agregar nada a la comida preparada; viernes: de todo menos pan y agua; miércoles: de carnes).
Ayunar a pan y agua los viernes y tener una colación como comida para el desayuno de los miércoles y sábados.
Dormir en el piso todos los días.
No rasurarse ni usar desodorante (¡pero lavarse bien todos los días! 😁) en reparación por los pecados de la vanidad y la carne.
Abstenerse de cualquier entretenimiento mundano y, en cambio, ver, escuchar o leer materiales santos centrados en la castidad y la pureza (por ejemplo, en la Teología del Cuerpo) o en los santos jóvenes patronos de estos días (por ejemplo, viendo la película de Santa María Goretti).
Este arreglo se recomienda para cualquier fiel que sea clérigo o persona consagrada, cualquier miembro del laicado dedicado a Dios por profesión o servicio, o cualquier católico comprometido que ya haya avanzado en la vida espiritual.
EL ARREGLO SOBRIO
Comprometerse a hacer los números 5, 6 y 8 anteriores (de la lista del arreglo copioso).
Comprometerse a hacer dos ejercicios espirituales adicionales elegidos libremente de entre los puntos 1-4, 7 y 9 anteriores (de la lista del arreglo copioso).
Si te sientes movido interiormente, y no va a ser demasiado oneroso para tus obligaciones actuales de vida, puedes agregar a los dos ejercicios espirituales elegidos previamente cualquier ejercicio adicional de la lista copiosa.
Si no puedes comprometerte completamente con el punto 10 anterior (de la lista del arreglo copioso), al menos comprométete a cumplir su propósito tanto como puedas.
Este arreglo se recomienda para cualquier católico fiel que es serio en su búsqueda personal de la santidad y quiere avanzar más en la vida espiritual y la unión con Dios.
EL ARREGLO LIBRE
Si sabes de antemano que no puedes hacer el arreglo copioso ni el sobrio, sólo comprométete a hacer los elementos que puedas, así como todas tus obras diarias, con esta intención. ¡Todo lo que se ofrece a Dios con un buen corazón, a través de las manos de María, alcanza efectos invaluables de gracia en las almas!
Este arreglo se recomienda para cualquier persona que ama a Dios y al prójimo y está profundamente preocupada por salvar almas de entre las muchas tormentas actuales impías que devastan nuestra sociedad moderna, particularmente a los jóvenes.